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HISTORIA COMUNITARIA 25 AÑOS CORPORACION AGUADESONSO EN LA COMUNIDAD ANFIBIA DE LA LAGUNA DE SONSO
La comunidad anfibia de la Laguna de Sonso tiene sus raíces en la década de 1950, cuando los pescadores, guiados por el ritmo de las aguas, construyeron sus rancheríos en las orillas del caño natural Carlina durante el verano. En esa época, el humedal les brindaba una abundancia de peces, convirtiéndose en su fuente de sustento y en el corazón de su existencia. Sin embargo, con la llegada del invierno y la crecida de las aguas, estos hombres emprendían el regreso a sus lugares de origen: Buga, Yotoco, Vijes, Guacarí, Yumbo y otras regiones cercanas. Durante años, este ciclo de ida y vuelta marcó la relación entre la comunidad y la laguna, forjando una historia de adaptación, tradición y profundo arraigo con el territorio.
"La construcción de la carretera Buga-Buenaventura en 196X trajo consigo la formación de un dique o jarillón, donde los pescadores decidieron asentarse de manera permanente, construyendo sus rancherías en la parte alta. Este asentamiento marcó el inicio del corregimiento de El Porvenir, permitiendo a la comunidad anfibia establecerse de forma definitiva en la zona de influencia de la Laguna de Sonso.
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Con el tiempo, la población creció y sus condiciones mejoraron. En 1979 se inauguró la escuela Jesús Bertín, en 198X llegó la energía eléctrica y en 1987 se implementó el acueducto, además de construirse el primer puesto de salud, la caseta comunal y una cancha múltiple.
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Organizados a través de la Junta de Acción Comunal, los habitantes encontraron en la pesca artesanal su principal sustento, complementado con la extracción de arena en los ríos Cauca y Guadalajara. Así, El Porvenir se consolidó como una comunidad resiliente, adaptada a su entorno y profundamente vinculada a los recursos naturales de la laguna
Un poco de nuestra historia...

Cronología de la comunidad Anfibia
Con la expansión de la agroindustria de la caña de azúcar, se construyeron diques en las orillas del río Cauca sobre terrenos originalmente inundables, reduciendo la capacidad natural de los humedales para absorber el agua. Como consecuencia, los crecientes del río abarcaron menos territorio, pero con niveles más altos, afectando gravemente a las comunidades ribereñas. Los años 1984, 1999-2000, 2008, 2011, 2017 y 2022 marcaron algunos de los eventos de inundación más significativos.
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Debido a las constantes inundaciones, en el año 2000 el corregimiento de El Porvenir fue declarado zona de alto riesgo en el Plan de Ordenamiento Territorial de Buga. Con el tiempo, las crecientes se intensificaron, lo que llevó al Consejo Municipal de Gestión del Riesgo de Guadalajara de Buga, en marzo de 2011, a declararlo como zona de alto riesgo no mitigable, iniciando así las discusiones sobre la reubicación de la comunidad.
En 2012, aprovechando el programa de viviendas gratuitas del gobierno de Juan Manuel Santos, se construyó en Buga la urbanización Uninorte, compuesto por 720 apartamentos distribuidos en 36 torres de cinco pisos, cada una con 20 viviendas de 45 m². La asignación de estas viviendas benefició a las poblaciones más vulnerables del municipio: desplazados por la violencia (30%, 216 apartamentos), familias del programa Red Unidos (35%, 252 apartamentos) y afectados por la ola invernal de 2011 (35%, 252 apartamentos). Así inició la reubicación del corregimiento de El Porvenir, trasladando a aproximadamente 252 familias.
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En 2016 y 2017, tras una acción popular interpuesta por los ciudadanos Javier Sánchez Gutiérrez y Ramiro Bonilla, un fallo judicial ordenó al municipio completar la reubicación de la comunidad. Como resultado, las familias restantes fueron trasladadas a las veredas Puerto Bertín y La Palomera. Luego de una intensa lucha comunitaria, se logró que en la urbanización La Esneda se asignaran viviendas con mejores condiciones: aunque seguían siendo casas prefabricadas, cada familia recibió un lote de 300 m².
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Las familias asentadas en el antiguo cauce del caño Carlina fueron reubicadas en la urbanización Alta Gracia, en cinco torres de cuatro pisos en la calle 18 #15-48. Finalmente, en 2023, la concesión de la carretera Cabal Pombo Buga-Buenaventura, en conjunto con la Unión Vial del Pacífico, inició la adquisición de predios para culminar el proceso de reubicación. En 2024, con la demolición de las viviendas del Porvenir, las últimas familias que permanecían allí se dispersaron en distintos sectores de Buga, incluyendo su casco urbano, las veredas Zanjón Hondo y El Vínculo, así como otros municipios y corregimientos como Yotoco y Media Canoa